Este maratón está catalogado como el más rápido del mundo, ya que los corredores Elite han roto sus marcas personales por ser un camino llano, Pero para unos simples mortales como yo este fue el más difícil.
La adrenalina, la emoción y el jet-lag, no nos sienta bien a los corredores., fui bien preparada quizá la mejor preparación que he tenido, pero la altitud, las horas de viaje y más lo hacen complicado para cualquier maratonista.
Afortunadamente el grupo de mexicanos tuvimos el privilegio de ser invitados por la Embajada Mexicana en Berlín, nos hicieron un brunch, mexicano, cocktails, tequila, y Mariachis, estuvo muy ameno y compartir con los de la embajada mexicana.
En la Expo el evento de las entregas de dorsal, estuvo increíble, estaba muy feliz y entusiasmada.
Y llegó el gran día, los maratonistas debemos prepararnos para cualquier eventualidad que nos pueda suceder en el trayecto de los 42,195 km., es largo el camino que hay que recorrer y pues me tuvo que pasar, una lesión; facitis (tirones en la pierna, y en la planta de los dos pies unos golpes dolorosos, como si te estuvieran dando con una tabla en la planta de los pies, no había habido ocasión, ni siquiera lo había pensado de abandonar una carrera, pero en este si sentí que debía dejarla, pensaba entre mis adentros si pides asistencia médica te llevarán y no podrás regresar a la carrera, pues me aguante como 4 km., con los dolores hasta que no soporté más y pedí ayuda, llegaron dos personas a asistirme me dieron unos masajes y me pusieron una crema, y pues sin pensarlo me paré y le seguí la verdad no sé dónde me salieron esas fuerzas, pero indudablemente fue la fuerza del corazón., no podía defraudar a las personas que creían en mí y que me esperaban en casa.
A Dios gracias lo logré, corrí los últimos 15 km., con mucho dolor paso, a paso, lento pero pude pasar con lágrimas en los ojos, a esa entrada, Majestuosa y Espectacular, llamada “La Puerta de Brandenburgo”
Sin duda El Maratón de Berlín es una de las experiencias más fascinantes.